2010/08/23

Mensaje a García

Gracias Carola, por atreverte. Gracias por ser también mi guía en esta vida. Hoy hago algo bueno con ella, algo para mi, y así honro la vida que me dieron mis antepasados.


Hoy tuve una experiencia particular, que me hizo recordar el Mensaje a García.

Hace años participé en el TaDeHum, y recuerdo que uno de los ejercicios que más me llegó, y que en su momento no completé (aunque dije que sí lo hice) fue el de llevar el Mensaje a García.

Si mal no recuerdo, una persona de nuestra familia nos enviaba una carta, y nosotros debíamos regresar el mensaje de amor con una nueva carta, eso es lo que llamaban llevar el Mensaje a García.

Recuerdo que era muy chama, y no entendí para qué hacerlo... y aunque sentí que era mi deber, no lo hice. Había hecho el ejercicio de recibir las palabras de amor, las agradecí como se fueron dando, con mucho cariño, pero no devolví el mensaje completo... ¿para qué hacerlo? me preguntaba yo ¿no basta con agradecer el gesto?.

Así mismo solía, al menos hasta ayer, actuar con mis ejercicios de introspección. Si al trabajar en ello me daba cuenta de que involucraban a alguien, simplemente me decía que no era cosa suya, sólo mía y yo la resolvía por mi lado, así que, ¿para qué decirle? ¿para qué re-involucrarlo?

Sin embargo, hoy actué un poco diferente. Le llevé el mensaje a uno de los involucrados que encontré en un ejercicio de introspección. El trabajo, según yo, estaba hecho... sólo iba a compartirlo, y básicamente para mostrarle los posibles beneficios del ejercicio. No esperaba nada más.

Pero, afortunadamente, me había equivocado, y fue en el momento en que esta persona recibió el mensaje cuando sentí la verdadera fuerza del ejercicio. Sin que me dijera nada, percibí el verdadero poder que conlleva comunicar, reforzar los lazos, incluir a los propios excluídos de nuestra vida.

Me sentí diferente, plena, sentí que había completado de verdad el ejercicio, que no quedaban cabos sueltos. Y más importante aún, me sentí con una fuerza de vida pura y plena, pude sentir su poder y cómo ese poder de la vida misma está conmigo y me acompaña infinitamente.

Los lazos que nos unen a nuestros seres queridos son indestructibles. No hay barreras más allá de las que nosotros ponemos, aunque lo hagamos por amor.
La fuerza invisible de los lazos de familia es misteriosa e infinitamente fuerte, no hay barreras para ella.

Poco a poco, reencontraré los Mensajes a García que tengo pendientes y los iré entregando. De forma invisible, mi familia me cuida y me ayuda a lograrlo.

Y como ven, este es uno de mis Mensaje a García para Uds.

Escuchen hoy a su corazón, y entreguen un Mensaje a García.


Con amor, para honrarlos a todos y cada uno. Todos están.


Mis aspiraciones y frustraciones se ven en mi anhelo de que todo cambie. Que lo hagan los demás por mi. ¡Yo no he hecho nada conmigo!

En cada árbol hay un ancestro, el silencio de su presencia en vida es magnánimo y un regalo. Mis secretos son todos para Él.
Carola Castillo
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