2011/08/04

Confianza y solidaridad para ser feliz: Habla la ciencia

¡Esto está muy interesante!
Tomado de Inspirulina:
¿QUIERES SER FELIZ? ACTIVA LA SOLIDARIDAD Y CONFIANZA
por Eli Bravo

La receta mágica de la felicidad no existe, pero si es posible encontrar fórmulas efectivas. Ser una persona solidaria y confiable son dos ingredientes que ayudan al bienestar y la satisfacción con la vida. ¿Por qué? La primera razón es psicológica: una sociedad solidaria construye lazos sociales más fuertes y esto genera una mayor sensación de felicidad. La otra es hormonal. Cuando establecemos relaciones de confianza segregamos oxitocina, conocida como la droga del amor. Y esto nos hace sentir placer.

No es cuento, es ciencia. Para muestra dos botones.

El informe “La Felicidad y la percepción de la salud”, realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto Coca-Cola de la Felicidad, asegura que el apoyo social nos hace sentir más optimistas, el optimismo nos hace sentir más felices y la felicidad nos hace sentirnos más saludables. ¡Esas son las matemáticas que nos gustan!.

La solidaridad tiene muchas maneras de expresarse y una de ellas es el altruismo. Josep María Serra Grabulosa, profesor de la Universidad de Barcelona, opina que “aunque uno a nivel individual piense que está haciendo poca cosa, está contribuyendo al bienestar de las personas y eso es algo que se distribuye y acaba construyendo una sociedad más solidaria y, por tanto, más feliz”.

El diccionario define el altruismo como “diligencia en procurar el bien ajeno aún a costa del propio”. Ser altruistas no es necesariamente sacrificado, en realidad, es un hábito muy simple. Tender una mano, compartir unas palabras, mostrar compasión o interés por otra persona son formas de tender puentes de humanidad. Y esa energía se multiplica.

Además, la solidaridad nos permite superar momentos dificultades, e incluso de enfermedades. El informe señala que las personas enfermas pueden sentirse más sanas que las que no lo están, independientemente de la gravedad del padecimiento. Y todo depende de cuánta contención social reciban. La diferencia está en esos lazos que tejemos con otros.


EL PLACER DE LA CONFIANZA

¿Por qué nos sentimos a gusto ante una persona que inspira confianza? La respuesta se encuentra en nuestras hormonas. Paul Zak, profesor de economía en Claremont Graduate Collegue y uno de los pioneros de la neuroeconomía, ha descubierto que cuando estamos ante alguien que nos genera confianza segregamos oxitocina, llamada también la droga del amor.

Abundante en la mujer, sobre todo al momento del parto, la oxitocina es también segregada por el hombre después del orgasmo y en parejas que experimentan una profunda unión. Estudios señalan que las personas que segregan más oxitocina suelen sentirse más satisfechas con la vida, son más amigables y tienen mejor sexo.

Suena bien ¿no? Lo más interesante es que si el sentimiento de confianza es correspondido, la otra persona también segrega oxitocina y así se alimenta un círculo emotivo que abre puertas, corazones y billeteras (esto último encanta a los estafadores, pero ese es otro asunto).

Los alcances de esta reacción son muy grandes. La neuroeconomía es una ciencia que estudia el funcionamiento de nuestro cerebro y sus implicaciones en las relaciones sociales. El profesor Paul Zak ha trabajado por años en entender el impacto de la confianza interpersonal en el crecimiento de las naciones y sus hallazgos son fascinantes: el nivel de confianza determina la fuerza de los lazos sociales y las posibilidades de desarrollo de una comunidad. En la medida que exista mayor confianza entre las personas, se darán mejores relaciones económicas e interpersonales.

(...) aunque como bien dice el profesor Grabulosa, no es posible evitar una gripe diciendo “voy a ser feliz”, también es cierto que si decidimos ser felices seremos capaces de establecer mejores relaciones con el entorno. Y eso se multiplica.
"Todo empieza por ser el cambio que deseamos ver en el mundo"
Ghandi

"Es asunto de practicar la solidaridad y la confianza. Los resultados llegan."
Eli Bravo en Inspirulina
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2011/08/03

Los cuatro acuerdos

Tomado de Wikipedia:
Los cuatro acuerdos es un ensayo de la soteriología tolteca escrito por el médico mexicano Miguel Ruiz que está basado en la sabiduría de los antiguos toltecas. Relata la cosmovisión que debería tener un ser humano para estar en equilibrio personal, teatral, diferencial, emocional, mental y social.
Para lograrlo se debe, en primer lugar, entender que todos los humanos tienen un complejo sistema de creencias (cosmovisión) o paradigma, adquirido por influencia social, familiar, educacional, y que con frecuencia dichas creencias adquiridas los perturban mental, emocionalmente, creando infelicidad; en segundo lugar, aprender que se puede modificar el sistema de creencias para conseguir el anhelado equilibrio interior que lleva a la felicidad. Para lograrlo, se pueden poner en práctica los cuatro acuerdos (4 dogmas), que son los siguientes:
  1. "Sé impecable con tus palabras".
  2. "No te tomes nada personalmente".
  3. "No hagas suposiciones".
  4. "Haz siempre lo máximo que puedas".
Romper nuestros acuerdos basados en las creencias y los dogmas que vamos adquiriendo a lo largo de nuestras vidas, es posible a base de recapitulación, no sólo de los efectos de nuestras emociones negativas igualmente las emociones positivas desbordadas deben ser eliminadas de nuestro sistema de creencias; dejar el ego y comenzar a ser cada vez más nosotros mismos. Ello nos puede conducir a un camino más sensato, libre y dictado por el corazón.

«No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única razón por la que eres feliz es porque tú decides ser feliz. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento».

Seré sincera. Tengo serias dudas sobre si es una "verdad absoluta" que sufrir y ser feliz sean decisiones, sin embargo no se puede negar que el argumento es convincente, y suena como una buena manera de ver la vida (se puede combinar con aquello de que las cosas no cambian, cambiamos nosotros y la manera en que vemos las cosas, al actuar un poco diferente).

Pero la razón principal de que estén aquí los acuerdos, es porque, personalmente, "No te tomes nada personalmente" y "No hagas suposiciones" (no asumas nada), me parecen que son un par de joyas para la vida, dos herramientas básicas y sencillas para librarnos de problemas y malos ratos al tratar con otros.

Y además, pienso que ayudan mucho a enfocar los problemas y las "afrentas" desde un punto de vista mucho más sano para uno. Podemos zafarnos del defendernos cuando muchas veces no hace falta (en especial de las personas que amamos), ahorrarnos ese mal trago, y ver al otro con mayor con-pasión... e inevitablemente, es una herramienta excelente para ver hacia adentro de nosotros mismos, desprendernos del analizar/juzgar/acusar al otro, para así encontrar qué pasa con nosotros, por qué nos duele o molesta una actitud de otro, por qué permitimos que suceda, y qué tanto de eso del otro en realidad lo tenemos nosotros por dentro, aunque lo expresemos distinto.

Eso sí, no digo que sea fórmula mágica, o que debamos implementarlo a la perfección siempre... esto, como tantas prácticas útiles de la vida, son cosa de trabajo diario y constante, y hasta los grandes Gurús tienen sus momentos "de flaqueza", así sea en otro nivel... creo que hasta mi querido Dalai Lama ha contado tener los suyos :)

Y tampoco digo que seamos unos santos con los otros, la cosa no es ser buenos con nadie, es ser honestos con nosotros mismos, actuar cónsonos a nosotros... y relacionarnos con la mayor con-pasión de que seamos capaces, al fin y al cabo ese otro es un ser igual de herido que nosotros.


"El amor no es el "peluche" que nos vendieron que era,
el Amor es todo aquello que nos transforma
"

Carlos Fraga
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