2010/07/26

Aún tengo que matarte

Eso es lo que más deseo, asesinarte a sangre gélida.
Si fuese simplemente fría, no sería suficiente para ti.

Quisiera partir cada inútil hueso de tu desdichado cuerpo
quebrarte cada pedacito hasta llegarte al pensamiento
quiero destrozarte y que chilles cual mísero cerdo
acabar con tus días y jamás vuelvas a ser “eso”

Quisiera acuchillarte hasta la médula, pero sería demasiado barato
rebanarte en pedacitos luciría mejor y más elaborado
en especial para la disip, que ante tu cuerpo reirían hasta el cansancio

Desearía ahogarte con tu propia sangre, ahorcarte con medias de nylon
o simplemente degollarte como gallina vieja y de supermercado

Quiero estrujarte en toda tu desgracia, quiero ver como te desangras
como de tu vida no queda nada, ni polvo, ni sangre, ni huesos, ni el alma

Que con los ojos brotados me ruegues clemencia
cuando te falte la fuerza y te de asco la vida
para de una vez por todas escupirte encima
echarte fuera y de ti verme vacía

Pero aún no logro hacer de tu esencia un completo estorbo
aunque lo que me provocas es lástima y ya casi ni te lloro,
pero como un día te entregué mi vida en un falso gozo
ni mi corazón ni mis tripas aún lo asimilan del todo

Por eso tengo que matarte...


Déjame en paz... la vida de verdad me está esperando...
Share this Post Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This Share on Google Plus Share on Tumblr

No hay comentarios: