2008/01/01

"Era" fisher-price... y dió su vida por una copa.

(Anécdota de Fin de Año).

Días previos al 31 de diciembre. Arreglos de hogar, revisando cajas viejas que ni recordábamos que estaban por ahí... y salió un pequeño taco de juguete, el último sobreviviente de mi tambor de juegos Fisher-Price.
24 años, mínimo, debía tener el susodicho. Quién sabe si más, porque bien podría haber sido "heredado" de mi tío, quien me lleva modestos 10 años de vida.

En fin.

Después de los "¡Ay, miiiiiiiiira estoooooooooo!" y los "¿te acuerdas? eso es de cuando chiquita" y esas cosas cursis que alegran los recuerdos y sueltan el polvo de los baúles "tira-cédulas", el pequeño taco amarillo fue colocado en un área libre de la repisa de un estante, temporalmente. Allí reposaba, tranquilo, en un lugar en el que lo podía ver cada vez que pasaba para que me recordara terminar de decidir "¿lo regalo a un niño?" o "¿lo regalo a un museo?"...

Pero no se pudo ninguno.

El sábado, recuerdo que lo habré tropezado buscando algo en la repisa y cayó al suelo. No le pasó nada, como era de esperar, y lo volví a colocar allí, en esa repisa. ¿Un aviso? Quizá.

Hoy, sacando la caja que guarda las copas para las celebraciones importantes (que, dicho sea de paso, son como un tesoro en la casa porque tienen con nosotros casi los años que mi abuela hubiese cumplido en Venezuela :), sucedió. Hace unas horas nada más.

Como se supondrán, las copas estaban guardadas entre mucho periódico para protegerlas de cualquier cosa (la caja original ni mi mamá recuerda haberla visto alguna vez). Debía retirar con cuidado cada pieza de papel periódico arrugado, procurando no halar por accidente una copa fuera de la caja... procurar que no se golpearan, que no se "enredaran" al sacarlas de entre los manojos de papel que las cubrían y que cuidaban y amortiguaban el espacio entre cada una de ellas.

Y, además, procurar no desordenar mucho las posiciones "aleatorias", porque de lo contrario, no volverán a caber todas en la caja (creo que eso es una especie de "maldición navideña": no hay adorno, arbolito o juego de luces que se pueda volver a guardar en la caja donde vino porque, sencillamente, no Cabe, aunque tengo mis méritos... ejem).

Entre tanto papel y tanto cristal "Fragile", comenzaba a sentirme nerviosa.

Entre pieza y pieza de papel que medio halaba, venía una copa.

Por momentos, me resultaba difícil identificar unos de otros.

Comencé a sudar.

Las piernas me temblaban.

No era capaz de dar respuesta coherente alguna a lo que se me preguntaba.

Y de repente... ¡CRASH!

Algo cayó.

Cerca de mi pié.

Lo supe por el sonido, y porque sentí los pequeños pedacitos rebotando en mi pie.

Me daba miedo mirar.

Pero cuando al fin logré voltear, pude ver, con alivio, que era el taco de fisher-price lo que había caído al suelo y roto en varios pedazos.

Suspiré aliviada.

Hubiera sido otra situación, y luego de pasar la sorpresa (¿un taco de juguete se rompió por una simple caída de 1.5 mts? ¿Y cómo si estuviera hecho de cerámica?? ¿aló???), alguna lagrimita nostálgica hubiera salido y simplemente me hubiese despedido de él.

Pero hoy no, hoy lo veo como un héroe de guerra, que decidió romper la tensa calma en un suicidio noble que se llevó consigo al venenoso "murphy" que hubiera querido arrastrar la vida de una noble copa.

Ahora lo honro poniéndolo en este blog, honrando su valor, y agradeciéndole las horas de juego que compartimos en mi infancia, y que ya no recuerdo.


Estas letras son en su memoria... y para terminar de calmar los nervios para ir a vestirme un poco más risueña a recibir el año, a las "11:30" (12:00 a.m. para los que estamos en "350" y que ya dijimos NO ;P) y prender mis "luces quema-niños".

Feliz Año!

Que los fuegos artificiales les iluminen la noche XD

(Escrito, originalmente, a las 9pm del 31 dic 2007)
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Que noble soldado... Mis juguetes se partian cuando era nino, asi mostraban su desprecio. jaja.

Suerte.